A través del contrato de comodato, es posible documentar el acto de prestar un bien mueble a un tercero. El propietario de un bien mueble (automóvil, maquinaria, obras de arte, joyería, etc.) puede prestar dicho bien a un tercero y mediante la firma de este contrato dejar pactadas con claridad las obligaciones que adquiere la persona a quien le es prestado el bien. Entre otros, a través de este documento, se puede definir una periodicidad, el carácter gratuito del préstamos, las obligaciones de cuidado, el valor aceptado por las partes del bien y el acuerdo de fijar una pena convencional en caso de no ser devuelto a tiempo o en forma el bien motivo del préstamo.